lunes, 14 de enero de 2019














UBICACIÓN GEOGRAFICA DEL MITICO CERRO DEL MIXTON.
A Decir verdad nos encontramos ante una búsqueda geográfica de ubicación del legendario y mítico cerro del mixtón, en los cuadernos estadísticos municipales del INEGI  no hemos encontrado algún cerro que lleve ese nombre, solo hay referencia de una comunidad que está ubicada en el municipio de Jalpa y que esta sobre las faldas del Cerro de la viga uno de los cerros con máxima elevación que esta ubicado a 21º 35’ longitud norte y a 103º 10’  longitud oeste con una altura de 2460 msnm.
Los cerros ubicados en Apozol el del Indio y el de las Churrias o mangas o manga larga. Según los cuadernos estadísticos del INEGI.
El mixton ha tenido muchos nombre como Metepec , miston,  Michtan, etc
La palabra Mixton con X Es cerca de las nubes.
Mizto. GATO.
Porque en la actualidad ninguno de estos cerros tiene el nombre de Mixtón¿
En su obra titulada UNA CIUDAD AMURALLADA <
EN EL TITULO DE PROPIEDAD DE CICACALCO HABLA DE LA SIERRA DE MORONES Y ESTA SE CONOCIO ASI HASTA 1650 . ANTES DE ESTE AÑO ERA LA SERRANIA  DEL MIXTON.
En Tlaltenengo hay una estancia que perteneció a Pedro Gracia Morones .
En el estudio hecho por alcedo y Herrera sigue dando a la luz datos para los estudiosos .por esta relación  sabemos cómo de llamarse sierra de Juchiplla o el mixtón. Paso a estos tiempos a conocerse como CERRO DE MORONES o sierra de morones, en virtud de poseer toda la serranía .D. Pedro Garcia Morones, con su enorme astillero, su carbonera y su aserradero  pags    35, 79,81.
Según el Profr. Toribio Ramirez . Cronista de Apozol y que ha andado estos lares Escribe en su folleto <  seguridad estratégica como escondite por las tantas cavernas para los niños, mujeres y ancianos además de los veneros de agua, elemento vital suficiente por la recienta del carrizalillo y el arroyo de los amoles, que pasa al pie del cerro y que se junta más delante con el arroyo del Rincón Verde. Medios importantes de que se valieron los caxcanes para proveer de alimento y proyectiles a los guerreros del mixtón, descendiendo por la canaleta que baja en la parte norte – poniente  del arroyo para luego ascender por la parte oriente-sur del Mixton.
A partir de octubre de 1541 mientras los españoles estaban ocupados en el establecimiento de la nueva Guadalajara, los indígenas seguían pactando alianzas para combatir a los conquistadores. Una parte estaba concentrada en Nochistlán y la otra en el Cerro del Mixtón, que se localiza en las inmediaciones de Jalpa y Juchipila.
Escenario: sierra del mixtepec, comúnmente conocida como el cerro del “mixton” que en náhuatl significa “subidero de animales de uña” por lo inaccesible  y casi rodeado de acantilados. Su localización geográfica para algunos historiadores es en el mpio.  De Apozol y para otros entre Apozol y Jalpa. A saber que cada uno de estos cerros que posiblemente uno de ellos sea el mixton, el de Apozol se llama “las churrias o mangas” y el que colinda con Jalpa se llama la “viga”  aunque en la falda de este último existe una comunidad llamada el mixton y pertenece a Jalpa. A este mítico cerro llego el virrey don Antonio de Mendoza procedente de la capital de la nueva España el 8 de diciembre del citado año de 1541, acompañando al virrey el único ejército más grande de la conquista del cual tenemos memoria hasta ahora acompañado por el gobernador de la nueva Galicia, don Cristóbal de Oñate con sus capitanes e indios auxiliares, mexicas, tlaxcaltecas, matlacincas, purépechas, tonaltecas, tetlanences, tlajomulcas, y los del pueblo de Atemajac. 60.000 en total.
En un intento desesperado y ya último, para someter a los rebeldes e indómitos cazcanes, que en número de 100.000 (cien mil) y bajo las ordenes de Tenamaztle, hermano del señor de Nochistlan y aquel otro valeroso y gran estratega, que por cierto murió en el rincón verde, ahorcado por los españoles  Xiuticutli y los otros dos no menos importantes Petacatl de Xalpa y Tenquitla de Tlaltenango.    
Los caxcanes se habían acampado sobre la mesa del mixton. Y desde allí dar batalla de exterminio al ejército español, los caxcanes habian llevado consigo sus familias y provisto de alimentos y agua lucharian hasta vencer o morir.
los caxcanes con su grito de guerra “hascashquema teual nehual” hasta tu muerte y la mía  o ahora sí tu o yo. y el ibero con su “Santiago sierra España” empezaba una de las guerras más sangrientas del occidente mexicano e inclusive de la nueva España.    Los dos ejércitos uno con más ventajas que el otro, sé disponían a luchar hasta vencer.
Jueves 8 de diciembre de 1541. El ejército español acampa a las faldas del dicho cerro y se instala el campamento del virrey y artillería, se asiste a la santa misa y se distribuyen los capitanes en sus sitios de ataque. Ese día sé descansa, pues fiesta de guardar, “día de la inmaculada concepción”
Viernes 9 de diciembre de 1541. Principia el asedio al “fuerte” que dura una semana. Nuestros caxcanes empeñolados y tras las albarradas  se defienden y atacan. Gritos, lluvia de flechas y rodar de peñascos rompen el silencio del día. Disparo de cañones y arcabuces,  apenas si hacen mella en él ejército indígena. Ocho días de asedio por los dos mandos, impacienta al ejército español. El virrey reniega de lo interminable del ataque, a los indígenas se les escaseaba el agua y sus bastimentos, a los españoles la paciencia y los aranceles.
Amanece el15 de diciembre de 1541. Jueves octava de la inmaculada. El virrey alienta con su presencia y sus palabras a capitanes e indios el virrey alienta con su presencia y sus palabras a capitanes e indios aliados. Hay desesperanza en las huestes de España, hoy se libra la última de las batallas.
“de que fueron ganados y destruidos los enemigos indígenas”
El mixtón solo tiene una vereda que conduce a la explanada del peñol. Nadie la sabe, solo fray Antonio de Segovia y fray miguel de Bolonia que en varias ocasiones han ascendido buscando a sus indios para llevárselos a los pueblos de doctrina. Se acerca el mediodía, ambos frailes se han retirado de la soledad, rio abajo para el rezo del santo oficio.
Hasta ellos llego el capitán don Cristóbal romero para sacarles el secreto de por dónde estaba la vereda que los condujera a la meseta. Todo fue inútil, los frailes sé secretearon. pero al retirarse don Cristóbal Romero de los frailes y congregarse con otros capitanes, Juan del Camino, Pedro Plasencia con otros tres soldados, oyeron una vos de arriba que decía “dígales, padre Segovia, que por ahí va el camino” y sigue Mota Padilla describiendo la escena “ vieron entre breñas y zarzales, una vereda angosta y dudando entrar por ella, vieron que en un caballo blanco capitaneaba un caballero y al mismo tiempo era tanta la multitud de indios que parecía imposible entrarles y por la angostura no podía socorrerles, más advirtieron que sin detenerse aquel caballero que subía y con la espada en la mano hacían que los indios que resistían el paso , se despeñasen   por liberarse de sus manos, de esta suerte le seguían esto soldados y cuando menos lo pensaron  sé hallaron en la mesa en la que se les formo tan violenta escaramuza que como la piedara de un molino despide harina, así caían  los indios  por las piedras tajadas desde el plan de la mesa, a la vocería y alaridos de los indios, alzaron los del campo del virrey los ojos y vieron como caían precipitados los indios y luego descubrieron como más trillada la vereda y subieron a contener el estrado y habiendo subido sin encontrar resistencia ceso la  batalla y se aprendieron a cinco mil indios que se pudieron descubrir entre los riscos y las quebradas, llego la noche y el ejército español se dio al relativo descanso, olvidando montar en lo alto de la mesa un “fuerte” para la mañana siguiente seguir inspeccionando.
Para el padre Francisco Frejes cronista del convento de Guadalupe “en su memoria sobre la conquista de Jalisco” se refiere a este hecho de una forma vergonzante refiriéndose a lo siguiente: “la historia de mota padilla que tengo a la vista, dice, que santo Santiago sé apareció en el mixtón matando indios. No es la primera vez que los conquistadores ocurren a la intervención de los santos, para justificar y autorizar sus crímenes. ¡Que tenía que hacer Santiago con los inocentes indígenas, que solamente se defendían de una agresión injusta! ¡serán más indulgentes los hombres que los santos, como lo vemos en los privilegios que las leyes les conceden a los neófitos, aun en delitos enormes y en la excepción de ciertos deberes  comunes a los demás  hombres? no es mi intento hacer una apología de los defectos en que se pueden haber incurrido los indígenas  aun después de haber recibido muchos de ellos la religión: pero debemos de confesar que el mayor milagro que hizo dios con los indios, fue con tanto gusto y afición una religión  que los españoles les trajeron en la punta de la espada y en la boca del cañón.
Concluida aquella acción que remachó para siempre los grillos a la esclavitud de los indios”. Amanece  otro día y el grupo indígena allí fortificado habia clausurado  la vereda de acceso y rehecho las albarradas y tal  cantidad habían aumentado que ya sé disponía a una nueva defensa y un nuevo ataque. Viendo don Antonio de Mendoza las persistencias y tenacidades de ellos se vio en un punto de desistir de la empresa. opusieronse los capitanes entre ellos don Cristóbal de Oñate, diciendo “ no era conveniente desistir  porque los indios quedarían avalentados  por lo que debería llevarse las cosas a “sangre y fuego” esto se ventilaba entre  ellos cuando habla fray Antonio de Segovia y le dijo al virrey: “ basta ya, señor, de justicia, dése lugar a la misericordia. Yo me obligo a subir y me prometo con el auxilio de dios reducir a esos infelices y traerlo a pedir paz” se dice que con sus cristos, breviarios y bordones, subieron  y en día y medio bajaron seis mil indios con sus tactoanis, asentaron la paz y con el perdon quedaron sin resabios.
Divulgase entre los españoles  haber sido santo Santiago el defensor  y protector  del ejército español y comenta fray Antonio Tello que el padre Segovia edifico una capilla en dicho peñol dedicada al glorioso Santiago ¿ en dónde sé construiría dicha capilla. Todavía existirán sus cimientos” el conversación con el arqueólogo Petter Jiménez Bhets. Nos comentó haber encontrado dichos cimientos de la histórica capilla en el cerro que esta entre Apozol y Jalpa llamado la viga que al parecer es el dicho mixton.
La contienda ha terminado, las huestes de España hacen su camino de regreso a la nueva España antes de dejar todo reconquistado y puesto los indios en manos de don Cristóbal de Oñate que debería de cambiarlos de lugar.
Los cazcanes vencidos van a sus pueblos de origen y los padres Segovia y de Bolonia se asientan  en el pueblo de Juchipila con sus seis mil indios salvados de pasar por cuchillo,  y desde ahí emprenden correrías para asentarlos y reducirlos a la religión de cristo y a curar las almas y los cuerpos de los vencidos en el hospital de la purísima concepción del dicho Juchipila.
En la sierra de Morones los puntos más culminantes son: el famoso cerro del "Mixton," el cerro de "Santa Cruz," el de "Piñones,'' el de los Tellos y en el Contra-Fuerte terminal del Sur el cerro de "Los Núñez" y el del "Mexicano.'' En el centro del Valle descuellan los cerros de "Santa Rosa" el cerro de "La Cabeza" y el pequeño cerro de "Las Ventanas" junto a Contitlan, eminencias que por estar aisladas se destacan del terreno circunvecino, aunque su altura no llega a igualar á ninguna de las cordilleras. Ygnacio Matute
Cerca del rancho de Achoquen viene á para a un arroyo que naciendo en la falda Oriental de la sierra de Morones, casi al pie del cerro del Mixton, venia corriendo hacia el . E. y casi un kilómetro antes de Ilegal- al mencionado rancho, pasa por un estrecho á boquilla de 10 á 12 metros de ancho, donde el pórfido macizo que forma las montañas ofrecía el punto más á propósito para la construcción de una presa
La municipalidad de Apozol, la más septentrional del partido, linda: al Norte, con la municipalidad de Jalpa,Del partido de Villanueva, en el Arroyo hondo, en donde se construyó la magnífica presa que ya la naturaleza había preparado y que tiene una gran capacidad;
Testimonio por parte de Máximo Martínez
Don Maximino Martínez, poco guero él, medido en las palabras, la voz grave y como apagada bajo el sombrero de ala grande, dice que conoce el Cerro del Mixtón en todos sus recovecos y hendiduras.
— Cómo no he de conocerlo; allá viví muchos años. Era cosa de no descansar a vuelta y vuelta al cerro echando cargas de leña. Y sí, no crea, es un cerro grande y feo.
Anduvimos por Juchipila, por Apozol, por Jalpa, los pueblos que se rodean del histórico cerro, buscando referen­cias, historias viejas que guarda la gente, descripciones…
En su relación de este feroz encuentro, el Padre Tello da al Mixtón su lugar como “La fuerza más inexpugnable que tenía toda la Nueva España”; lo sitúa en el rumbo en que lo hemos venido a buscar esta mañana, “enfrente del pueblo de Apozotl”, y describe su conformación, “según el nombre de Mixtón, que en la lengua española quiere decir gato, era tal la fortaleza y el peñol que si no eran gatos, nadie podía entrar ni subir a él por las muchas rocas, peñas tajadas y peñascos terribles que tiene para su defensa”.
Era de ver, de acercarse en lo posible a esta montaña augusta que vio uno de los momentos decisivos de la historia nacional.
Si los acontecimientos que sobre aquella abrupta conformación de rocas y espineras tuvieron tanta importancia, bien valía la pena localizar esa altura, identificarla entre las cordilleras de altos cerros que van ondeando entre los municipios que se mencionaron y los de Tepechitlán y Tlaltenango por la otra parte de la sierra, para poder decir: ahí está el cerro cuyo nombre se ha trabado reciamente en el nombre de la Nueva Galicia, fue en él donde pudo haberse perdido todo lo que los españoles llevaban ganado hasta ese momento, a grado tal que se les pudo hacer retroceder hasta habilitar otra vez las naves que Cortés había dejado varadas en la playa.
Nos entrevistamos en Juchipila con don Guadalupe Vega. La casa de don Lupe tiene el sello distinguido de la amplitud y la severa elegancia de las casas antiguas de este pueblo viejo. Nitidez y pulcritud de piso y muebles, cortesía y amabilidad de don Lupe y toda su familia.
Sí, cómo no, dice nuestro amigo, con su voz de bajo profundo y su sonrisa marcada en la honda huella del tiempo. El conoce el Cerro de Mixtón, nos puede decir dónde está, cosa nada más de caminar por aquí a Apozol, adelante al rancho de San Nicolás y ahí lo tendremos frente a frente.
Le invitamos, si puede acompañamos, a buscar el sitio más próximo por donde podamos acceder a las faldas del Mixtón y que nos establezca los límites de estos municipios para determinar la ubicación exacta del cerro.
— Sí, hombre, con mucho gusto. Ora no tengo otra cosa qué hacer, con eso que estamos en fiestas; oiga nomás los tamborazos ya están comenzando. Estas son las fiestas meras grandes de Juchipila, de modo que hasta sale bien una paseadita al campo.
— Sabe, estoy pensando que nos detengamos en Apozol para que veamos en la presidencia a ver qué nos dicen de los límites que usted quiere conocer.
Hemos caminado unos minutos nada más y ya estamos en Apozol, con su calle única que se estira por la falda del cerro, con la noble antigüedad de sus casas que vienen descolgándose por callejones angostos, desde las laderas, a rodearse de esta plaza que no disimula su aire señorial, la imagen del pasado configurada en las fincas que circundan: la presidencia, el templo de arquitectura recia y fuerte.
El presidente municipal de Apozol es toda gentileza y cordialidad; nos invita a que demos vuelta a la calle, aquí nada más, para que contemplemos en su grandeza el famoso Cerro del Mixtón.
Así es, desde el mismo banquetón posterior de la presidencia, se contempla el perfil venerable del cerro que remata una cordillera de montañas encadenadas a su misma altura.
— Para que lo precise bien, váyame siguiendo. Mire, comenzamos de acá: el Cerro Chino, sigue el Cerro que decimos La Churria, luego el Cerro de los Indios y ya, el Cerro del Mixtón. Algunas gentes le nombran aquí también Cerro de las Vigas. Lo del nombre que le dan los cronistas tiene su explicación, porque viéndolo de frente, por el lado de allá, parece un tigre sentado, así la cabezota…
Dice el primer regidor que él ha recorrido especialmente el Cerro de los Indios, donde quedan como las ruinas de lo que pudieron ser chozas muy antiguas y unas ciertas conformaciones en la peña como en forma de calles. Piensa que aquí pudo haber un núcleo de indígenas conocedores
del terreno, y porque lo conocían y por la estrategia que presentaba, propusieron el Cerro del Mixtón para librar el histórico combate. El regidor era el Profr, Toribio Ramirez R. Cronista de Apozol.
También hay en el Cerro de los Indios extensiones llanas que nombran Corrales Falsos; hay tres de éstos y tienen la particularidad de estar de tal modo dispuestos que por todos lados caen al vacío profundo del peñasco, y tienen sólo una entrada, de modo que cerrando esa puerta, el que entra ahí no tiene por donde salir, trátese de gente o de ganado.
Y más o menos a la mitad de este cerro está la Cueva de la Gotera que tiene al fondo un ojo de agua, “y viera qué agua tan sabrosa y abundante. Cuando vamos, hacemos aquí como el campamento y de ahí nos desplazamos a curiosear por todos lados y ya que nos cansamos, reconocemos ahí a la Cueva”.
El señor presidente municipal nos cuenta sus experiencias y dice que sería muy interesante un recorrido por el Cerro, y nos invita y ofrece:
— Véngase el día que quiera, invite a sus compañeros; nomás me dicen con tiempo para prepararles las remudas que necesiten y un guía que los acompañe. Todo esto es bonito y vale la pena conocerlo; suerte que encuentren puntas de flecha, fragmentos de vasijas de barro y cosas así. Yo he encontrado mucho de eso y tengo escondido allá un huilanche de bonita figura y buen tamaño. Lo escondí en un carrizalillo, a ver si no han dado con él.
Todavía se dijeron muchas cosas curiosas acerca de ese célebre cerro de nuestra historia que sirvió de escenario a uno de los episodios más candentes de la Conquista.
Conclusiones:
Existen Varios candidatos para ser identificados con este Peñol
El NOMBRE DEL CERRO DEL MIXTON NO EXISTE COMO TAL.
SE OCUPARON LOS TRES CERROS YA MENCIONADOS PARA RESGUARDARSE LOS CAXCANES.
LA SIERRA DE MORONES COMO HOY SE LE CONOCE FUE LA SIERRA DEL MIXTON

Investigo: Profr. Héctor P. Gómez Soto.
Cronista municipal de Jalpa.

lunes, 20 de agosto de 2018






Tierras comunales  y fundos legales

De la Mota y Escobar describió a Xalpa   y a otros más como pueblo de temple caliente con tierras muy fértiles de maíz y trigo, donde se daban muy bien las frutas de castilla, en 1543 la población de Jalpa era de 4 a 6 españoles, en 1579  se delimitan las tierras de Diego Flores Altamirano con los indios de Xalpa, “En términos del pueblo, dado por su señoría, el señor doctor Jerónimo de Orozco del consejo de su majestad y gobernador y Capitán general, que su majestad y su gobernador, según parece por su fecha en que a seis de junio de 1579 y es necesario y sin composición ninguna y en la vista de ojos que se  dice de ello, hubo contradicción sobre desde donde había de empezar dichas tierras entre los naturales de Xalpa y dicho capitán Diego Flores Altamirano sobre que hizo las diligencias y medidas que estaría a espaldas del folio 104 y prosiguió en la vista dichas cuatro caballerías y sitio de ganado mayor, lo que está desde el termino de dicho pueblo de Xalpa el río abajo por el camino real que viene a este pueblo de Juchipila y el agua que se aprovecha es la del río de Xalpa donde beben sus ganados entre sitio de ganado mayor y caballerías.    

FUNDO LEGAL Y EJIDOS.

Al quedar reconquistados los caxcanes y todos los indígenas del país, se estableció lo que se nombró Gobierno Colonial. Los indios de todo el territorio de la Nueva España, quedaron sometidos a la más inhumana esclavitud, repartidos a los encomenderos. Unos eran ocupados en la minería y otros en el cultivo de las grandes haciendas, todo de propiedad de los conquistadores.
  Entre los conquistadores, vinieron algunos Misioneros franciscanos que trataron de aliviar en algo en la miseria y la brutalidad que padecían  los mexicanos, y consiguieron que los Reyes Españoles expidieron leyes más humanitarias; porque además del trabajo gratuito que hacían a los españoles, eran obligados a bautizarse, estudiar la doctrina, asistir a todos los ritos religiosos, dar diezmos y estar siempre humildes y obedientes al Rey español y a la iglesia, para lo cual construyeron  enormes catedrales en cada Estado, templos y capillas por todo el territorio de la Nueva España.
  Fray Bartolomé de las Casas, Fray Servando Teresa de Mier entre otros consiguieron que los Reyes Católicos dieran a los indígenas un Fundo Legal, donde construir sus Jacales y además tierras Ejidales, para que se dedicaran a cultivar sus alimentos y criar ganados.
  Mediante estas disposiciones, los indígenas de Xalpa, recibieron tierras Ejidales. Los de Teocaltichillo recibieron  las tierras comprendidos entre las Mesa del Santo, Ramírez, Ojo de Agua de Flores, parte de la Hacienda de San Andrés y otras.
  Los indios del Barrio de Abajo ahora el Carmen, recibieron como Ejidos, las tierras comprendidas entre Santa Isabel, Santa Rosa, Soyates, Cañada, Guaracha, Caballerías, Los Cerritos, San Bernardo, Chalchisco, hasta las derivaciones de la Sierra de Morones.
  Los indígenas recibieron tierras señaladas a ese lugar y los del Barrio de Arriba, recibieron las tierras comprendidas entre el Cerro de Tepizuasco, parte de Santa Juana, Tuytlán (Tuitan) Cailagua, Cualaca, Palmillos, Los Santiagos y otros.
  Los indígenas de Tepezala también recibieron tierras Ejidales.
 El Rey Felipe II en Cédula del 1/o de diciembre de 1573, ordenó que los “Sitios en que se han de formar los pueblos y reducciones, tengan  comodidad de agua, tierras y montes, entradas y salidas y labranzas y un Ejido de largo donde puedan tener ganados... ”
“Además de las tierras del fundo legal, cada pueblo de indios, recibió merced de  sus tierras de comunidad.
Los pueblos de indios de mayor categoría, donde él número de indígenas era más elevado, estaban organizados en barrios.
En Jalpa, habitan los naturales del Barrio de Arriba y los del Barrio de Abajo.
Jalpa como pueblo de indios, estaba dividido en barrio, cada barrio tenía derecho a tierras en comunidad, la extensión de tierras que recibía, dependía del número de indígenas y del ganado que poseían.
Cada barrio por separado administraba sus tierras de comunidad, la extensión de tierras y sus cofradías.
En el fundo legal, al barrio de Arriba le correspondía las tierras del norte de Teocaltichillo (Adoratorio Pequeño).
Testimonio de las medidas ejecutadas en dos caballerías de tierras, pertenecientes en propiedad de los indios de Teocaltichillo, del pueblo de Xalpa, del barrio de Arriba, en el que incluye el compromiso celebrado entre dicho pueblo  y el de Teocaltichillo, e igualmente la aprobación de todo lo referido”.
NOTA:  La trascripción es igual a la del documento original, el papel esta sellado al margen, y en el centro tiene la siguiente inscripción, encerrado en un cuadrilongo en pequeños círculos que dice, “Sello segundo, dos reales, año de mil ochocientos cuatro y cinco”.
Como puede apreciarse desde tiempos coloniales existe éste, formado por Caxcanes que recibieron tierras ejidales comprendidas en el cerro del Tepizoasco (Cerro duro).
Los indígenas de Teocaltichillo, se habían apoderado de más de un sitio de ganado mayor, las autoridades coloniales, le dieron el triunfo a los del barrio de Arriba, hoy San Antonio.
Cuentan nuestros abuelos, que el barrio de Arriba, le pertenecían las comunidades  de los Santiagos, el barrio de los iglesias, los Zapotes, el barrio dela cruz, el Tecolote, Marchahua, Tepizoasco, Tuitan, Palmillos y Santa Juana.
El paulatino crecimiento de este barrio fue por la emigración de las comunidades aledañas, las principales familias que conformaban el barrio, fueron los Pilar, los Iglesias, Los Muñoz y los Bautista.
En los litigios del siglo XVII ya existía una mentalidad indígena del derecho a las tierras que les pertenecía desde los tiempos prehispánicos, en las disputas de dicho siglo aparecen algunas evidencias de ello. Los indios de Teocaltichillo  jurisdicción de Juchipila perteneciente a Xalpa en 1696 hicieron petición ante el presidente de la audiencia de medio sitio de ganado realengo que han poseído desde tiempo inmemorable (Teocaltichillo BPE Aja 11,2)
En 1694 los naturales del pueblo de San Miguel Teocaltichillo, presentaron una audiencia para obtener la tierra realenga  llamada Amacuesco ahí tenían el ganado de su cofradía y de la comunidad. Estas tierras lindaban con la Hacienda de San Andrés y nunca se había opuesto nadie a que las usaran o utilizaran, Nicolás Gonzáles dueño de esta hacienda, mantuvo buenas relaciones con los indígenas y les arrendó un pedazo de tierra.
Diego de Aldrete, dueño de San Andrés desde 1680, mando medir sus predios, y se apodero de las tierras hasta las casas y corrales de sus cofradías, sin citar a la comunidad indígena. Empero, Aldrete no se opuso a la merced a favor de la comunidad indígena y se les otorgo un sitio de ganado mayor a los naturales de Teocaltichillo (Ibíd. 4.11)

Haciendas en Jalpa.
 En la época de La colonia en Jalpa hubo 8  haciendas
1.      Santa Isabel.
2.      Palmar.
3.      Acapepesco.
4.      Tepezala.
5.      Paso Blanco (Contreras).
6.      San Pedro.
7.      Santa Clara.
8.      San Andrés. (la mas antigua y con terrenos  propios de ganado mayor menor.
HACIENDA DE SAN ANDRES

Las haciendas del área del cañón de Juchipila no es igual que el concepto de las haciendas del norte de la Nueva España, las de estos lares no acapararon una extensión de tierra tan grande, las más extensas existieron en 1697 con una extensión mayor que 43,000 hectáreas.
“Después de 1737, cuatro haciendas abarcaban de 43,890 a 70,200 hectáreas, es decir de 25 a 40 sitios de ganado mayor,  que de cualquier manera eran las haciendas de La Encarnación, Tayagua, Apozol y La hacienda referida San Andrés.
 En 1600 El primer dueño de la Hacienda de San Andrés fue Nicolás González.
En 1694 los naturales del pueblo de San Miguel Teocaltichillo, presentaron una audiencia para obtener la tierra realenga  llamada Amacuesco ahí tenían el ganado de su cofradía y de la comunidad. Estas tierras lindaban con la Hacienda de San Andrés y nunca se había opuesto nadie a que las usaran o utilizaran, Nicolás Gonzáles dueño de esta hacienda, mantuvo buenas relaciones con los indígenas y les arrendó un pedazo de tierra.
Diego de Aldrete, dueño de San Andrés desde 1680, mando medir sus predios, y se apodero de las tierras hasta las casas y corrales de sus cofradías, sin citar a la comunidad indígena. Empero, Aldrete no se opuso a la merced a favor de la comunidad indígena y se les otorgo un sitio de ganado mayor a los naturales de Teocaltichillo (Ibíd. 4.11)
En 1727 la compro el bachiller  don Andrés Jimenez a don Francisco Morales Sígala.
En 1731 hubo un deslinde de tierras entre los indios de Teocaltichillo y el Márquez del Castillo de Ayza ( Francisco Ignacio de Ayza fue un rico hombre prominente de la ciudad de Sesa provincia de Aragón, arribo a la nueva España  con su tio Manuel de Bimbela quien fuera obispo de Guadalajara y Oaxaca contrajo nupcias con doña Manuela Rubio Carrera su estatus fue prominente dentro de la sociedad tapatía, llego a ser Gobernador de la Nueva Galicia y presidente de la real audiencia desde 1737 hasta 1743, la gran riqueza que amaso este Márquez no solo provenían de las riquezas que provenían de las minas de Bolaños sino que también poseyó grandes extensiones de tierra de labranza y de estancias de  estancias de ganado en la sierra Gorda y en el  Nuevo Reyno de Leo, como la labor de San Francisco, la Hacienda  de Nuestra Señora de la Soledad, asi como las Haciendas de San Andres de Jalpa Zac. San Pedro que ahora es de Huanusco  y la Luz.  Cultura Hispana, Biografia del Castillo de Ayza Autor: Enrique Garibay) este Márquez duro poco tiempo como terrateniente de la Región.
El Márquez vendió la Hacienda en 1737.
En 1727, la hacienda de San Andrés poseía siete sitios de ganado mayor, cinco de menor, y 15 caballerías, en 1737 la  adquirieron los Flores de la Torre específicamente, Nicolás flores de la Torre con 40 sitios de  y 27 caballerías, pero ellos vendieron siete y medio sitios en el año que la compraron, sufriendo cambios bruscos durante el siglo XVIII.
El valor y gravamen de la hacienda de San Andrés en 1704 a 1727 era; Valor 4,200. En 1747 su valor era de 10.000.
En 1943 el dueño era Pedro  López de Nava. Su finca tenía un valor de $ 8,425,00
Cuenta la leyenda que unos arrieros que venían de la Montesa Zacatecas traían entre sus cargas una carreta llena de jabón, uno de los hermanos de apellido Díaz de León fue como dicen en mi rancho a espantar la zorra, cerca de un arroyo, cuál fue su sorpresa que se encontró regados como si fueran flores, un montón de centenarios o cero 7 ,20 , rápidamente se subió su pechera y corriendo a visarle a su hermano del hallazgo de las monedas, los dos admirados por el tesoro pesaron rápidamente en vaciar  las cajas de jabón y llenarlas con las monedas, rápidamente alistaron sus remudas y se encaminaron rumbo al cañón de Juchipila por el camino real que conducía del Valle da Huejucar hoy Calvillo, al fondo de la cañada divisaron el casco de una hacienda un poco mal trecha, se encontraron al administrador de ella, los invito a pasar y tomarse un café, entre platica y platica y el nerviosismo de los arrieros porque fueran descubiertos sobre lo que llevaban en las cajas de jabón,  entre platica y platica se forjaron un cigarro de hoja y lo extendieron con la yesca y el golpe del eslabón,  el Administrador les comentaba lo precaria que estaba la situación por problemas de los dueños y todas las guerras y las reformas que habían socavado la figura de la hacienda, les comento que los dueños tenían intensiones de vender, dicha hacienda, ya que estaba en demerito. Los hermanos azorados se miraron uno al otro, preguntándole al administrador que como cuanto más o menos querrían por la hacienda, este con una sonrisa burlesca soltó la risa y le dijo – jajaja como están interesados en comprarla, no solo es la hacienda de San Andrés sino también era la de San Pedro y La luz, también la casa de campo de los Sabinos. 
Los arrieros de la Montesa se secretearon y le preguntaron al administrador que como cuanto era lo que pedían. El administrador burlándose nuevamente, le dino ni con todo el oro del mundo ustedes lo compararían,  le preguntaron que cuando podrían ver al Dueño, este le comunico que dentro de un mes el vendría de Guadalajara para ver los movimientos del ganado y de la cosecha y pagarle a los peones.
Al término del mes llegaron nuevamente los Hnos. Días de León, buscaron al dueño, se apalabraron con él.
El Administrador sorprendido salió de la sala de la Hacienda con la noticia que  la hacienda ya tenía nuevos dueños.
Licenciado don Enrique Escobedo y Álvarez, que nació en 1864, y casó con doña Ana María Díaz de León, hija de los dueños de las haciendas de San Pedro Apóstol en jurisdicción de Jalpa, Zac., y de la Luz en jurisdicción de Huanusco, Zac http://heraldicaygenealogiazacatecana.blogspot.com/2017/ Bernardo del Hoyo.
 En 1906 los de la hacienda San Andres era Don Gonzalo Díaz de Leon Probablemente uno de los afortunados Arrieros.
  En  el año   1914 la dueña era la Sra. María Díaz de león Hernández e hijos.
Si bien el proceso de des intervención promovido en el gobierno de Carranza, comenzó con casos particulares ya que el carrancismo domino todo el territorio  zacatecano representado por  el guerrerense Rómulo Figueroa Mata. Con la investidura de gobernador la seria quien de manera definitiva la anulación del decreto emitido por Natera - 22 de septiembre de 1915- su principal argumento se centró en un espíritu de equidad y justicia, el cual según su  postura era base y principios de la revolución. La devolución de las haciendas a sus legítimos dueños la baso en condiciones, cuyo objetivo fue normar la administración de las mismas. Aunque el propósito principal del gobernador Figueroa fue “Erradicar la estructura funcional de las Haciendas. Con esta acción ponía en marcha el proyecto revolucionario de sujetar y controlar la base de la riqueza del estado: la producción Agrícola.
Este hecho tiene un peso relevante, porque permitiría la recuperación las haciendas a manos de sus propietarios, sin embargo, el decreto establecía diversas condiciones para poder llevar a cabo la desintervención.
1º . La abolición de las llamadas tiendas de raya con todas las cuentas pendientes de los trabajadores y el establecimiento del libre comercio. Con esta medida el Gobierno daba un golpe a las raíces de la estructura hacendaria que significo para muchas generaciones de campesinos una forma de explotación despiadada.
2º El pago a los trabajadores de un jornal de 0.75 centavos diarios en moneda de circulación. Esta orden la decretaba el Gobierno con el propósito de elevar al bienestar de los campesinos y resarcir en alguna medida la capacidad de gasto de la sociedad y de esta forma fomentar en alguna medida la actividad agrícola y en especial la producción de granos alimentarios para la población de la región.
3º La amenaza a los hacendados de fraccionar la propiedad rústica sino se presentaban a desintervenir las mismas, pagar sus respectivos impuestos y ponerlas a trabajar bajo las nuevas modalidades señaladas en los dos puntos anteriores.
Los hacendados conservadores “surgieron dos corrientes, lo que buscaban medir y suavizar el antagonismo con el Estado y empezaron a trabajar por la paz, el trabajo y la  confianza en el nuevo Régimen a pesar de que el gobierno mandara acciones en contra de las condiciones de ganancia, poder y control que tenía los hacendados, y los que planteaban seguir resistiendo la invitación del decreto, atendiéndose a las consecuencias enunciadas por el gobierno.
En suma, el contenido de cada uno de los artículos fue un requisito que el gobernador Rómulo Figueroa impuso a los hacendados para que pudiera recuperar sus haciendas, estableciendo plazos, condiciones y prohibición, finalizando así el primer golpe real a la unidad económica y social: la hacienda.



En 1942 se les concede a los señores Alfredo y Gonzalo Díaz de León por termino de 25 años, inafectabilidad  Ganadera sobre una superficie de 6,664.15 (seis mil seiscientos sesenta cuatro hectáreas y quince áreas). De agostadero que en conjunto  integran los predios de sus  respectivas propiedades denominados los sabinos y san Andrés. En el que decreta que desde tiempos inmemorables (época colonial).  Esas tierras a la crianza del ganado vacuno, y que los dueños siempre se han dedicado a la crianza de ganado vacuno, incluyendo bovinos y equinos, las razas que mas han creado es las razas cebú y suizo con más de 1,000 cabezas.
El reparto ejidal  en Jalpa se dio en periodo del gobierno del general Lazaro Cardenas (1935-1940) 169 beneficiarios,  2,026 hz de Temporal,  2,804  de agostaderos y los ejidos son
EJIDOS DERIBADOS DE LA HACIENDA DE SAN ANDRES
Ejido, los ramirez  asentamiento humano el Rodeo.
 Ejido  san Vicente asentamiento comunidad San Vicente.  
La hacienda llamada San Andrés es una de las zonas de más realce turístico en su tipo en Jalpa y la región, lamentablemente no se ha tenido el interés por parte del público no de las instancias gubernamentales. 
La hacienda de San Andrés en un inicio contaba con una superficie inicial de 45 mil  hectáreas, por cuestiones familiares el hoy la hacienda esta reducida a sólo 300, pero el gusto de la familia ha hecho que siga viva hasta hoy en día y que la puedan disfrutar solo aquellos que la conocen.
Fue en 1850 cuando la familia Díaz de León comenzó a trabajar en la grandiosa hacienda, la cual nació de una separación entre hermanos, su fuente de trabajo ha sido el área ganadera.
 En su entrada y habitación principal sobre sale el patrono de la casa  “San Andrés”, en ese mismo lugar destacan fotografías  del abuelo, padre y madre de la familia Díaz de León actuales bienhechores de la hacienda, también se pueden observar  objetos antiguos en toda la casa.
El señor Joaquín Díaz de León  principal administrador del lugar comentó que la hacienda recibió ofertas para lanzarla como un centro turístico por parte de las universidades de Chapingo y Zacatecas. La idea es implementar una UNIDAD DE MEDIDA AMBIENTAL.
 El lugar ha recibido rehabilitación poco a poco, la mayoría de las paredes han caído por los años, ha sido afectada por las distintas épocas, como la revolución mexicana, la guerra de los cristeros y la propia  delincuencia organizada.
“La hacienda ha logrado sobrevivir gracias al apoyo de la familia inicialmente éramos 10 los familiares que le apostábamos a su mantenimiento hoy el número se ha reducido y  cada día es más difícil y caro su mantenimiento, pero el apoyo de la familia ha estado ahí, y pretendemos seguir conservando esta hacienda, dijo don Joaquín Díaz de León.
 La hacienda llegó a ser hasta criadora de ganado Bravo, en los interiores destacan carteles de corridas que datan del año de 1955 en ferias de San Miguel Allende Aguascalientes y la zona, donde figuraban la ganadería de Don Gonzalo Díaz de León o San Andrés como era identificada.
El lugar sobresale por  una hermosa arquitectura mexicana y con un peculiar diseño, sobresalen sus paisajes, los cuales  incita a celebrar un evento con un concepto único, y del increíble paisaje de la naturaleza que es incomparable.
San Andrés cuenta con espacios de, jardín, terrazas, dormitorios del siglo pasado, lo que falta es la inversión para convertirla,  en los proyectos destacan la edificación de un hotel, la creación de  un centro ecuestre, es ideal como una casa campestre de fin de semana y muchos atractivos y usos que pudieran dársele.
INVESTIGO: Profr. Héctor P. Gómez Soto.
Cronista Vitalicio de Jalpa Zac.

martes, 5 de junio de 2018











VITACORA DE UN VIAJE A UN DESTINO DE TIERRA ADENTRO
Salimos de Jalpa Zac. A Zacatecas para de ahí partir a la Villa de Nombre de Dios Dgo.
Esperamos a los compañeros de museos comunitarios de Zacatecas en la Plaza Bicentenario el sábado 2 de junio a las 6:45, hacia un frio aguantador, escuche la llamada del Arq. Isidro Aparicio, diciendo que ya mero llegaba, esperamos unos minutos y apareció en compañero Aparicio, esperamos a que Celso fuera a dejar algunas personas de Ojocaliente para llevarlos al Hospital General. Llego Celso y de ahí nos encaminamos rumbo a Durango. Recibimos la llamada de nuestro presidente de la Red de Museos y Ecomuseos del norte de México, al amigo Rodolfo Anguiano para saber donde íbamos
Al llegar ya nos estaba esperando el anfitrión el maestro José Rubén Saucedo y su esposa y colaboradora del museo, además de Rodolfo el Mtro, Betancourt de Sinaloa y el Mtro Jaimito de Chihuahua y del museo kokopelli el Mtro Félix Porras. Y los compañeros de Villa Unión Poanas Gerardo Rivera Gallardo y Norma González Chico
Se iniciaron los trabajos mientras los compañeros de Ojocaliente junto con Rebeca mi esposa iban a realizar una sesión de fotografías.
El primer día fue de análisis del programa del encuentro que se llevara en Ciudad Guerrero Chihuahua ver día con día las actividades a realizarse.
Después de comer fuimos a pasearnos al rio a un paraje llamado los Salones,  en verdad una maravilla natural, de ahí nos llevaron a cenar.
Nos fuimos a dormir a unas cabañas de un complejo turístico. A llegar y Rebe fue al baño se encontró con un amiguito que nos dio la Bienvenida un Alacrán. Poco dormimos ya que en el complejo había algunas familias disfrutando de la alberca hasta altas horas de la noche.
Temprano del domingo 3 nos fuimos a almorzar el típico menudo con granos de maíz, después nos integramos a la mesa de trabajo de la REMUNOMEX para concluir e ir a comer a unos paraderos turísticos y de ahí  retomar el camino a Sombrerete donde llegamos a disfrutar de ese hermoso pueblo mágico. Llegamos a Zac. A eso de las 10:30 de la noche.

UBICACIÓN GEOGRAFICA DEL MITICO CERRO DEL MIXTON. A Decir verdad nos encontramos ante una búsqueda...